Cerrar la fábrica de Alcalá, no es una alternativa. Es el punto de partida de los trabajadores de cara al inicio de las negociaciones con la dirección de la empresa que tendrán lugar la próxima semana. En este planteamiento cuentan con el apoyo de los grupos políticos con representación municipal expresado en el Pleno extraordinario celebrado esta mañana y en el que se ha aprobado una moción que insta a la dirección de la empresa "a que busque una alternativa al ERE basada en la viabilidad de un proyecto industrial, el cual entendemos que es posible".

La cifra presentada por el propio grupo empresarial Roca en su memoria anual de 2011, en la que sitúa los beneficios del grupo en 20 millones de euros, sirve a trabajadores y políticos como aval de esta afirmación.

El Pleno aprobó también reclamar el cumplimiento adquirido con el cierre de Cerámica Bellavista de Dos Hermanas para dar viabilidad al centro de Alcalá; así como realizar "todas las gestiones necesarias para trasladar la situación de la planta de Alcalá a los grupos parlamentarios, con el objeto de convocar una reunión lo más urgente posible con el Comité de Empresa y los Sindicatos".

El siguiente paso en la movilización de los trabajadores es su participación en la manifestación convocada mañana a las 12 en la Puerta de Jerez de Sevilla. Allí acompañarán a los empleados de Alestis. El día 2 de enero los representantes sindicales partirán para Barcelona a negociar con la dirección del Grupo Roca. Según explica el presidente del Comité de Empresa, Juan Miguel Cuevas, en esa jornada la empresa negociará una rebaja salarial del 35 % a los trabajadores de sus centros de España que no están afectados por el cierre. El día siguiente la negociación será con los empleados afectados por las últmos despidos planteados por la empresa. Se trata de los centros de Alcalá de Henares, Gavá y Alcalá de Guadaíra. Los sindicatos de la planta de Alcalá plantearán que la negociación para el caso de Alcalá se desarrolle de forma independiente a las otras dos plantas, ya que la fábrica alcalareña es la única para la que se plantea el cierre total.