Puertas cerradas, no se puede pagar, ni realizar gestiones. No hay atención al público. La recaudación de tributos paralizada. Es la situación actual de ARCA y el lunes nadie parece saber que ocurrirá. Si bien es más que posible que tampoco se preste servicio en las oficinas.

Los 20 trabajadores de la empresa CGI, recibieron el preaviso de despido el pasado 10 de diciembre y ya han recibido el finiquito. Sus contratos y el de la entidad que gestiona los tributos municipales finalizan el 31 de diciembre. La empresa les dice que no les paga los días de vacacioens que les quedan pendientes y que se los cojan ahora. Además tienen derecho a seis horas semanales para buscar un nuevo empleo. Este viernes han hecho estos derechos laborales y no han acudido a las oficinas de ARCA. En ellas han quedado seis trabajadores que son empleados del Ayuntamiento y no de la empresa CGI. Pero según explican los empleados despedidos, ellos desconocen los procedimientos y métodos de trabajo de los departamentos gestionados por CGI, que son casi todos. Es el caso de la atención al público, las resoluciones o los fraccionamientos. Han cerrado las puertas.

El lunes es más que probable que se repita la situación. Esto supone que los contribuyentes no podrán realizar trámites: fraccionamiento de deudas, pago de impuestos (que luego podrían cargárseles con recargo), obtención de las cargas de pago imprescindibles para las licencias de obra o de ocupación, entre otros.También podrían quedar paralizados toda la recaudación ejecutiva, entre ellas alrededor de 7.500 providencias de apremio sobre el segundo plazo del IBI de este año. Los ingresos por tasas e impuestos pueden dejar de llegar al Ayuntamiento.

La situación de ARCA es que se desconoce quien se hará cargo del servicio. El Gobierno local ha decidido que se haga cargo el OPAEF, organismo de la Diputación Provincial. Pero la decisión tiene que estar aprobada por el Pleno municipal en el que el PSOE no tiene mayoría. La oposición al completo ha anunciado ya que no es partidaria de esta fórmula y pide, al igual que CC.OO y los trabajadores actuales que sea el propio Ayuntamiento quien asuma la gestión. El asunto debía pasar por el Pleno del día 19, que ha sido aplazado por los trágicos fallecimientos de Rabesa. El próximo Pleno no está fijado pero parece que será el 2 de enero.

El delegado de Hacienda, Salvador Escudero ha afirmado que si no entra el OPAEF, destinará trabajadores de otros departamentos del Ayuntamiento a la recaudación. Pero estos empleados carecen de la formación necesaria para ejercer estas funciones. Los empleados actuales creen que en cualquier caso, la recaudación quedará paralizada durante meses, mientras el nuevo sistema, sea cuál sea, entra en vigor. Un problema más para las maltrechas arcas del Ayuntamiento alcalareño.