Desde el Comité de Empresa se ha introducido una nueva línea de defensa de sus puestos de trabajo. Se trata de pedir a la empresa el cumplimiento de los compromisos adquiridos con la Junta y con el Gobierno central mediante resolución ministerial a raíz del cierre de la planta de Bellavista y del ERE que afectó a 670 trabajadores del grupo en toda España en el año 2010.

Según explican fuentes de los trabajadores, cuando se produjo el cierre de la factoría de Bellavista, en 2009, la empresa se comprometió con la Junta a trasladar su producción a la planta de Alcalá, algo que según el comité no se ha producido. También citan que el ERE llevado a cabo hace dos años y que afectó a empleados de todo el grupo en España se saldó con una resolución ministerial en la que Roca se comprometía a mantener abierta la fábrica de Alcalá.

La primera reunión, previa al inicio de la negociación, se saldó sin ningún acuerdo y con la empresa manteniéndose firme en su decisión de cerrar las instalaciones, según explica el presidente del Comité de Empresa, Juan Miguel Cuevas.

Los representantes sindicales plantearon a la empresa que aplazara unos días el proceso de constitución de la mesa de negociación, para tener más días en los que preparar la posición con la que los trabajadores quieren defender sus empleos. Cuevas explica además que la dirección de la multinacional se ha negado a facilitarles una serie de documentación que necesitan para afrontar la negociación. Se trata de datos de producción y funcionamiento del grupo Roca. Según los trabajadores, “no se puede decir que el cierre responde a la caída de la construcción sin más y no aportar datos de producción y ventas del grupo a nivel internacional”. Según el comité de empresa el cierre responde a una estrategia de deslocalización que supone llevar la producción que hasta ahora se realizaba en Alcalá al extranjero.

Los empleados deberán esperar ahora la llamada de la empresa para iniciar la negociación. Hoy tienen previsto realizar una asamblea en la Catedral, donde realizan un encierro desde el día 31, para plantear cuáles serán sus próximas medidas de presión. Su idea es acudir a trabajar el día 8 de enero, fecha en la que finaliza el ERE parcial actualmente en vigor. Pero han presentado una solicitud de huelga para tener margen de maniobra a la hora de realizar posibles medidas de protesta en función de la marcha de la negociación con la dirección de la empresa.